Gracias a los profiteroles de Hilando Fino (aplausos por favor para el profiterol de la izquierda y para los que no aparecen) me animo a comenzar un blog, algo que siempre me habría gustado hacer y siempre he sido demasiado perro como para intentar.
Ahora me siento en deuda con ellos y por lo tanto me comprometo a renunciar por siempre jamás a los profiteroles de nata, la verdad es que no me gusta la nata.
Y ahora bien os estareis preguntando ¿Por qué este tío monta un blog con este título? No, no es que esté borracho, aún es lunes, simplemente me apetece tener un espacio para poder decir cómo me encuentro cada día. Ya de paso aprovecharé para hacer balance en un año sobre si tengo más "Días -" que "Días +" así que esperemos que vaya bien y en un año veremos el resultado, esperemos que vayamos sumando.
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